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Me recogieron de la calle junto a mis 2 hermanitos, estabamos solitos y eramos muy pequeños para sobrevivir por nuestra cuenta.

Mis hermanos ya han encontrado un hogar, ellos eran azules rusos pero yo solo soy una vaquita, una gatita común a la que nadie quiere, por eso sigo esperando una oportunidad para conocer lo que significa tener una casa y una familia.

Aún me queda algo de timidez, pero en una casita se me va a pasar muy pronto.

¿Tienes un rinconcito en tu casa para mi?

Contacto: adopciones@asociacionlara.org